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Día de eTwinning 2022

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Cada 9 de mayo se celebra el “Día de Europa”. En esa fecha se conmemoran dos importantes hitos en la historia contemporánea del Viejo Continente, ambos relacionados. 

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Por un lado, se conmemora la firma, en 1945, de la capitulación militar del Tercer Reich alemán ante las potencias aliadas (Estados Unidos, Unión Soviética, Gran Bretaña y Francia), que señaló el fin de la Segunda Guerra Mundial en esta parte del mundo. Por otro, la ratificación de la denominada “Declaración Schumann” entre Francia y la República Federal de Alemania, acaecida en 1950 (tan sólo cinco años después de concluida la contienda anteriormente citada), y que significó el primer paso para la vertebración de lo que hoy se conoce como la Unión Europea. No se trató de una simple casualidad. Dos países enfrentados históricamente y que habían padecido las consecuencias de los horrores bélicos, apostaban ahora por la cooperación y la búsqueda de acuerdos.

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 Hoy más que nunca, en estos tiempos en los que la violencia y la guerra se hacen dueños del este de Europa, en concreto en la Guerra de Ucrania,  hemos de señalar que el proyecto de unidad adolece de carencias en cuanto a la integración política (demasiado frágil aún a pesar de que en su momento se impulsó la aprobación de una especie de “Constitución Europea”, cuyo recorrido apenas se ha iniciado), mientras que se ha avanzado enormemente en su vertiente económica y comercial, marcando una serie de pautas muy rígidas y límites tremendamente estrictos. 

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Procurar una solución pacífica y antimilitarista a estas deficiencias continúa siendo la asignatura pendiente en este Día de Europa, que nos recuerda que sólo la encontraremos si los países apuestan por el diálogo sincero y el interés común de la ciudadanía por encima de los intereses particulares de unos pocos hasta la consecución del anhelo de una Europa en PAZ.

Día de Europa

Día de eTwinning

9 de mayo 2021

Cada 9 de mayo se celebra el “Día de Europa”. En esa fecha se conmemoran dos importantes hitos en la historia contemporánea del Viejo Continente, ambos relacionados. 

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Por un lado, se conmemora la firma, en 1945, de la capitulación militar del Tercer Reich alemán ante las potencias aliadas (Estados Unidos, Unión Soviética, Gran Bretaña y Francia), que señaló el fin de la Segunda Guerra Mundial en esta parte del mundo. Por otro, la ratificación de la denominada “Declaración Schumann” entre Francia y la República Federal de Alemania, acaecida en 1950 (tan sólo cinco años después de concluida la contienda anteriormente citada), y que significó el primer paso para la vertebración de lo que hoy se conoce como la Unión Europea. No se trató de una simple casualidad. Dos países enfrentados históricamente y que habían padecido las consecuencias de los horrores bélicos, apostaban ahora por la cooperación y la búsqueda de acuerdos.

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  Sin embargo, más allá de las buenas intenciones originales y de la retórica rimbombante que acostumbra a revestir esta celebración del Día de Europa, hemos de señalar que el proyecto de unidad adolece de carencias en cuanto a la integración política (demasiado frágil aún a pesar de que en su momento se impulsó la aprobación de una especie de “Constitución Europea” cuyo recorrido apenas se ha iniciado), mientras que se ha avanzado enormemente en su vertiente económica y comercial, marcando una serie de pautas muy rígidas y límites tremendamente estrictos. Esto provoca que en asuntos importantes de tipo humanitario, como el de las personas refugiadas víctimas de persecución y violencia extrema, no exista un consenso definido ni una solidaridad en el sentido amplio de la palabra.

 

Por otra parte, permanece inalterable desde hace siete décadas la subordinación a los Estados Unidos en cuestiones como la Defensa y las estructuras militares a través del reforzamiento de la OTAN. Asimismo, se persevera en la falta de entendimiento y la hostilidad hacia algunos países europeos, como Rusia. A esto hemos de añadir el cercano episodio del “Brexit”, que evidencia las discrepancias internas, motivadas muchas veces por la excesiva hegemonía que Alemania ejerce a la hora de adoptar decisiones importantes.

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Procurar una solución a estas deficiencias continúa siendo la asignatura pendiente en este Día de Europa, que nos recuerda que sólo la encontraremos si los países apuestan por el diálogo sincero y el interés común de la ciudadanía por encima de los intereses particulares de unos pocos hasta la consecución del anhelo de los “Estados Unidos de Europa”.

¿SERÁS CAPAZ DE RESPONDER A LAS 20 PREGUNTAS DE ESTE CUESTIONARIO?

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